La Rusia de verdad: nuestro recorrido por sus pueblos

IMG_5252Desde A la Vuelta decimos que nos gusta viajar lento, paso a paso, sin apuro, para conocer las realidades de cada lugar. Sin embargo, estar 20 días en Moscú en lugar de cinco, como recomiendan las guías de viajes, no nos alcanzan. Señoras y señores, momento de moverse por los pueblos de Rusia, donde vive la gente de verdad, que no se pone traje para ir a dirigir empresas ni se sube a estrados para presentar eventos pero que se pone el país al hombro, lo trabaja y lo saca adelante. Nuestros días en Veliky Novgorod, Voskresénsk, Kolomna, Suzdal y Vladimir, en este resumen.

Lo primero a saber de los pueblos de Rusia es que su presente puede ser similar, pero su historia difícilmente lo sea. Algunos pueblos fueron capitales de la antigua Rusia, otros las sedes de la Iglesia Ortodoxa en los comienzos de la religión por estos lados y otros más representan sectores particulares de la producción del país. Este es el pueblo más industrial, este el más agrícola, este el más sagrado y este la excapital del Imperio Ruso, por ejemplo. Todos tienen sus diferencias, por eso no hay una lista clara de cuáles no deben faltar en tu viaje (depende de los intereses de cada uno) ni qué lugares son obviables.

Nosotros arrancamos por Veliky Novgorod, un pueblo milenario entre San Petersburgo y la capital rusa; luego dos pueblos cercanos a Moscú, guiados por el contacto de un ruso (Alejandro) que nos ofreció pasear por ahí y hospedarnos en su casa; luego, pasamos por otros dos, siguiendo de Moscú hacia el este, que son muy recomendados entre los viajeros, y no nos arrepentimos. Te resumimos la historia y nuestras vivencias en el orden que los visitamos.

Veliky Novgorod: llegamos al pueblo y nos alojamos en lo de Alex, un profe de yoga súper abierto y respetuoso que nos sacó a pasear por las 95 iglesias que hay en el pueblo, en dos manzanas a la redonda (más o menos). La ciudad es una de las más antiguas de Rusia y tiene mucho legado. Además, una estatua en el centro de su kremlin (ciudad vieja amurallada) recrea la historia del país con esculturas de sus principales personajes. Se recorre en pocos días y hay espacios verdes y de arena para pasar un tiempo al sol del verano ruso, practicar beach volley y pasear al aire libre.

También aprovechamos para aprender a cocinar comida rusa con Irina, una mamá de Rusia que no habla otro idioma, así que nos manejamos con gestos y traducción simultánea de internet, sin ningún problema.

Una de las tantas iglesias de Veliky Novgorod.
Una de las tantas iglesias de Veliky Novgorod.

Voskresensk: a 88 kilómetros de Moscú, tiene casi 91.000 habitantes y su nombre significa resurrección, por la iglesia homónima que había en el centro de la ciudad. Es famosa porque allí era local el equipo de hockey sobre hielo «El Químico», que fue campeón de la liga de la Unión Soviética en 1953 y el nombre del equipo responde al rubro en el que se enfocaba la fábrica más grande del pueblo, que empleaba a muchísimos ciudadanos de la zona durante los tiempos de la URSS.

Llegamos a la estación de tren y Ale, un ruso enamorado del español y la cultura Latinoamericana, nos esperaba con unas latitas de Kvas para darnos la bienvenida. Nos fuimos a cenar a su casa y conocimos a Diana, su novia, que nos preparó una cena típica de Rusia que nos dejó inhabilitados para realizar cualquier otra actividad que no fuera tomar una cerveza. De eso se encargó Ale, que compró unas botellas para llevarnos de recorrida por la ciudad y mostrarnos lo que había. Los días siguientes los pasamos a pura charla sobre Uruguay, Latinoamérica y Rusia, comiendo guiso uruguayo y refugiados del frío y la lluvia que nos cancelaron algunos paseos. Recomendamos visitarlo, sobre todo si se ponen en contacto con Ale y Diana, que siempre está dispuesto a recibir hispanohablantes.

Con Ale y Diana, los genios del pueblo.
Con Ale y Diana, los genios del pueblo.

Kolomna: 150.000 habitantes completan el paisaje de este poblado que tiene un centro histórico muy pintoresco, con calles tranquilas y varios edificios para visitar, nucleados por un kremlin muy lindo, similar al de Moscú pero mucho más chico, que combinan el aire histórico con el hogareño de esta ciudad. Visitamos el Río Oka, que bordea a Kolomna, y pasamos un buen rato en la arena de su orilla. Desde Voskresensk, se puede ir a pasar el día sin apuros y vale la pena. El tranvía del pueblo es útil y divertido.

Kolomna, pura historia.
Kolomna, pura historia.

Vladimir: ciudad capital del estado de Vladimir, suena a grande pero no pierde el estilo pueblerino, tiene 350.000 habitantes y mantiene construcciones desde el siglo XII, dado que se trata de una capital medieval. Sus edificios más importantes son las catedrales de Uspansky (muy linda) y San Demetrio, además de la Puerta Dorada, que fue clave en la guerra contra los invasores mongoles. Tanto Vladimir como Suzdal, fueron declarados Patrimonio Histórico de la Humanidad y deberías conocerlos.

Llegamos al pueblo y nos hospedamos con Lena, que es periodista del canal local y nos llevó a pasear por todos lados, mientras nos contaba la historia de cada sitio. Mejor guía, imposible. Además, tenía piques de la movida local y nos llevó a un cine a cielo abierto muy divertido, donde vimos un peliculón (Catástrofe en el Metro, se entendía sin saber nada de ruso).

Vladimir, pueblo-capital antigua, muy interesante.
Vladimir, pueblo-capital antigua, muy interesante.

Suzdal: un pueblito ruso de poco más de 10.000 habitantes con casitas de madera muy lindas, que se mantienen desde los tiempos de los zares y que son acompañadas por nuevas construcciones que respetan el estilo y ayudan a mantener el aire antiguo de la ciudad. El Río Kamenka rodea el pueblo y permite sentarse a tomar un Medabuja (típico de la zona) en una colina de pasto que ofrece una vista del río con la iglesia principal de fondo, que vale la pena. Además, el mercado del pueblo es muy interesante y pintoresco, siempre acompañado de las abuelitas que venden sus productos naturales, que llegan directo de las dachas. Imperdible. En el recorrido, no puede faltar la iglesia de cebollas azules y estrellas doradas, de las más lindas que conocimos. Tampoco dejes de conocer el museo de madera, donde varias construcciones de madera recrean la vida de tiempos antiguos en Rusia.

Suzdal, imperdible.
Suzdal, imperdible.

¿Conocés otros pueblos de Rusia? ¿Qué nos podés sugerir? ¿Qué otras preguntas se te vienen a la cabeza cuando pensás en la vida del interior de este enorme país?

Nos vemos A la Vuelta!

14 comentarios en “La Rusia de verdad: nuestro recorrido por sus pueblos”

  1. Gracias por haceme viajar. Por esos pueblos rusos, estimular mi imaginacion, y provocar mis ganas de viajar sin tanto «equipaje» .
    Muy ilustrativos los relatos !!
    Sigan pasandolo bien !!
    Saludos !!

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  2. Que ganas me dan de conocer!!!
    Gracias por compartir esto!
    En lo personal me ayuda mucho a seguir mi camino!!
    Disfruten mucho y no dejen de compartir con nosotros! 🙂 abrazo desde un Uruguay hermoso too!

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